Tras contemplar un precioso amanecer desde la ventana que hay en la ducha y salir al exterior para disfrutar de la buenísima mañana que hace con un sol que luce en un cielo totalmente azul, comienza una nueva etapa, una etapa llena de emociones alegres y dolorosas a la vez, llena de sentimentalismo que son finalmente sobrellevados con la dosis de ánimos psicológicos interiores tras la consecución de la etapa.
Una vez he terminado todo el engorroso ritual de preparar la bici y haber desayunado copiosamente, me doy cuenta que la cremallera superior de la alforja se ha roto.
Lástima que he perdido una preciosa hora
intentando arreglar para nada la cremallera, por lo que he tenido que modificar la forma de organizar los bártulos en las alforjas y fundas. Justo en el momento de salir me encuentro con un bidón de agua que uno de los peregrinos de anoche se ha dejado en el albergue y dado que soy el ú
ltimo en salir y los voy a pasar a todos decido colgar el bidón de la parte de
atrás de la
bici para entregárselo a su propietario.
Como era dificultoso localizar el camino y para recuperar un poco el tiempo perdido decido ascender por la carretera helada hasta la cruz de hierro, probando en algún llano o pequeño descenso la manera de controlar la frenada y como se compartaba la bici bajando en esas circunstancias.
He podido ver la cruz de Hierro pero no el montículo de piedras que la aguantan puesto que estaba totalmente recubierta por la nieve de la pasada noche.
Con el cuerpo inmerso en un gran cúmulo de sensaciones y sentimientos, descargo con rabia y alegría las piedras que desde Valencia, Andorra y Somport llevo arrastrando en el camino y que parte de esa carga no tanto física sino más bien Psíquica se quedaron en esos lares.
Justo en la pequeña capilla que hay levantada me encuentro a un grupo de alemanes que se habían alojado en el mismo albergue la noche anterior pero el bidón de agua no era de ellos. Así que me ajusto mis bolsas de plástico de los pies justo cuando empiezo el
peligrosisimo descenso hacia
Manjarin me cruzo con un peregrino de vuelta de pelo rubio largo, con gorro de lana,
bajito al que saludo con gran alegría tras haber pasado la cruz de hierro y no me dice nada así que no le presto más atención y continuo
descendiendo con mucha prudencia
esquivando las placas de hielo que se han formado en la carretera hasta al
canzar Manjarín, morada de Tomás, el Ultimo templario del camino.
En el momento que llego a Manjarín me encuentro a Tomás que esta hablado con una de las parejas que estaban en el albergue y que curiosamente el bidón de agua era suyo. Mientras le estoy dando en bidón de agua Tomás, es templario, estaba contándoles que un hombre (que resulta ser el peregrino rubio que me acababa de cruzar al inico del descenso de la cruz de hierro) intentó en la noche de ayer matar a uno de los perros con una piedra. Justo lo pudieron parar y reducir con mucho esfuerzo (el tío se ve que fue militar por los paises del Este de Europa) justo en el momento que tenia levantado una piedra de grandes dimensiones como un deportista sostiene las pesas. Por lo que nos explico Tomás, hay un libro que dice que el demonio (o brujas o no lo recuerdo bien) están reencarnados en perros entre Manjarín y Foncebadón. Es un libro que habla sobre el Camino de Santiago lo que no recuerdo ni su título ni el autor. Tras Haber reducido al personaje con mucho esfuerzo pues tenia altas nociones de defensa personal entre Tomás y un compañero (doy fe que entre los dos hacen más de 200 Kg) llamaron a los militares de la base que se encuentra a unos kilómetros de distancia y se lo llevaron arrestado toda la noche.
Una vez realizadas las fotos de rigor del albergue y exteriores y la
obtención de nuestro sello
acreditativo, nos aconsejan que nos tomemos el descenso con mucho cuidado, más aún con las placas de hielo y que vamos a encontrar muchas zonas de
umbria en grandes pendientes.
Efectivamente, y no solo eso sino también vacas en medio de la carretera que se convierten en verdaderas
chicanes moviles en ese descenso. La foto de las vacas está tomada entre
Manjarin y la base militar que hay en las
proximidades.
El descenso me lo he tomado con mucha calma, a no más de 20 km/h no solo por el estado de la carretera sino porque desgraciadamente en este tramo hay que lamentar varios accidentes mortales por parte de ciclistas. Hay que decir que es verdaderamente peligroso y que si no te lo dicen te confías y puedes tener un serio percance. Sin ir más lejos, entre Riego de Ambros y Molinaseca el peso de las alforjas me tiraron en una curva hacia el quitamiedos más de lo que imaginaba debido a que la curva se cerraba de golpe, teniendo en el interior el corte de la montaña y en el exterior, tras el quitamiedos, una caída de 15-20 mts hasta uno de los arroyos o ribazos.
Antes de Riego te encuentras con la localidad de El Acebo, pueblo con la peculiaridad que tiene las escaleras de las viviendas con acceso directo desde la calle. Esta característica arquitectónica unida a la gran cantidad de animales por sus calles o calle empedrada como caballos, perros, ovejas y vacas hacen que la "única calle" de este pueblo tenga algo de vida.
Riego de Ambros y Molinaseca los he pasado bastante rápido (tan solo pare para un par de fotos y los cuños) pues tampoco son unos pueblos como para deleitarse. Destacar la entrada de Molinaseca, con su puente de piedra que nos une la Ermita con el pueblo. Un sello bien bonito que hay que llevar en la credencial es el del albergue de Molinaseca que por cierto es un albergue muy bonito donde recomiendo pasar la noche. Tras unos minutos de conversación con el hospitalero del albergue pongo rumbo hacia Ponferrada, lugar donde tendré uno de los momentos más desagradables del camino.
Tras llegar a Ponferrada, el camino con sus flechas amarillas parece desaparecer y encontrar las indicaciones por el interior de la ciudad es bastante complicado así que decido crear mi propio camino por el interior de la ciudad. El primer lugar al que voy a visitar es el albergue municipal situado a 202,5 Km de Santiago, abierto desde las 07:00 horas según rezaba en un cartel en la puerta (eran las 11:30 cuando entre en el albergue) y sale el hospitalero, un hombre de unos 70 años, con guantes en las manos y un bote de pintura preguntándome que es lo que quería a lo que le respondí que deseaba tener el sello del albergue. A su "No" por respuesta se le unieron las palabras de que "me tengo que quitar los guantes para ponerte el cuño" y yo le dije que no importaba que lo ponía yo y el tío
todo enojado por mi insistencia me replica
diciendome "que clase de peregrino era, exigiendo el cuño" a lo que muy amablemente le
respondí que "que clase de Hospitalero era
Ud. que niega al peregrino la estampación del cuño" Simplemente
indignante. Luego me entere por parte de otros
hospitaleros de la zona que no soy el primer peregrino que
echaba pestes de esa persona que se
autodefinia como "hospitalero del camino de Santiago".
Tras varias horas por Ponferrada, buscando una tienda de bicis para comprarme unos guantes nuevos y visitando a la vez la ciudad, con su castillo templario, la Rotonda Luis del Olmo, Ayto y demás edificios de reseña, pongo rumbo hacia Villafranca del Bierzo. Que decir que si las indicaciones de entrada a Ponferrada están mal, pues las indicaciones de salida no están mucho mejor. Peor diría yo.
Una vez asegurado que estoy por buen camino, me vuelvo a encontrar al coche escoba de los catalanes que la noche anterior hicieron noche en Rabanal. Me comentan que acababan de llegar pues el puerto no lo han podido subir hasta que no ha pasado la
quitanieves, que dos estaban bajando en ese momento la cruz de hierro el otro ciclista empezaba en ese momento para llegar al albergue y reservar sitio. Tras unos minutos intercambiando opiniones, decido
continuar rumbo
Villafranca, estando a punto de desviarme hacia
Compostilla para ver la central eléctrica pero las ganas de subir el
Archiconocido puerto del O´
cebreiro hacen que desista en mi visita.
Los pueblos de
Columbrianos, Puentes nuevas,
Campomaraya,
Cacabeles y
Pieros los he pasado sin pena ni gloria, con ganas de parar a comer lo antes
posible para retomar fuerzas.Tras visitar los albergues y el Monasterio que hay a la entrada de
Villafranca, paro para comer en uno de los restaurantes de la plaza del pueblo.
Tras comer, a marcha tranquila transcurro paralelo al cauce del
Rió pasando por
Pereje,
Trabadelo, A
Portela donde te encuentras con una estatua donde rezan los 190 Km pendientes hasta Santiago,
dandome alas por haber pasado la barrera de los 200 Km para la primera meta de mi camino.
Tras dejar atrás A Portela, Vega de Varcarce, Ruitelán, Herrerias y todas la obras de ingenieria civil para la construcción de la A-6 que imponen su dominio con columnas que parecen quieren atravesar el cielo de lo altas que són.
Impresionantes obras de
edificación civil...y que pastizal de Euros que cuestan...bueno, retomando el pulso del camino que es de lo que se
trata esta vivencia. Tras preguntar en
Ruitelan al Hospitalero del Refugio Pequeño
Rotala (un poco soso el hombre) el punto donde comenzaba el puerto, que muy seco me contesto "ya te enteraras donde empieza", voy pasando por prados que se confunden con nacimientos de
rios o lagunas por la cantidad de agua que mana de ellos hacia las
escorrentias de los laterales del camino, asfaltado en este tramo, logro, tras pasar
Herrerias dar con el punto del inicio del Puerto del
Cebreiro, cambiando
drásticamente la pendiente del firme, tal y como se aprecia en la foto. Creo que no me equivoco si afirmo que tras este puente puede
contemplarse el inicio de la subida común del puerto. Digo común puesto que, a poco más de un kilómetro el camino se divide
para peregrinos y
bicigrinos, optando esta vez por ascender por la parte de las
bicis.
Más de nueve kilómetros de ascensión que los he subido en 1 hora y 20 minutos, a la marcha, tomando un abituayamiento (Estrella de Galicia Especial) en la Laguna de Castela. Tras coronar el puerto he cometido el error de ir directamente al Albergue en vez de pasar primero por el pueblo. Cuando he salido del albergue ya estaba todo cerrado (menos el bar claro) y no he podido ver la iglesia ni las pallozas, error que me llevará a retraso como ya narraré más adelante.
La primera imagen y sensación tras subir el puerto es magnífica, pues puedes contemplar a una parte de la carretera Castilla y a la otra
Galicia. Si miras a la parte de Castilla, al fondo se aprecian los montes del inicio de la etapa y como las montañas van moldeando el
horizonte que parece tienes a tus pies. La imagen de la coronación del puerto, junto a la estatua del mapa del camino, con esos árboles blancos te hace asimilar las
temperaturas que en ese punto se pasan.
Como bien he narrado en otras etapas, voy a describir a continuación las sensaciones vividas tras coronar el puerto, sobre todo en cuanto a albergue y trato dispensado por parte de los lugareños y las sensaciones transmitidas por parte estos.
El albergue es moderno, enclabado en las afueras del pueblo, en la parte alta donde, nada más entrar ya eran todo normas y más normas. Todas las vivencias de hospitalidad recicidas a lo largo de camino parecieron desvanecerse en este día (por suerte son sensaciones efímeras que no reflejan la totalidad del conjunto) Lo primero D.N.I. y credencial. La credencial normal pero que me pidieran el D.N.I. comprobandome y anotándose la fecha de expedición me parecio excesivo. Tras anotarse los datos te dan un cupón (ojo no lo pierdas que tienes que pagar otro) que te da autorización para hacer uso del albergue y te acompañan hasta la litera que ellos te asignan avisandote que si no puedes dejar tus cosas en una litera vacia, que si no puedes entrar por aquí, que si esto no se puede por alla...FaTAL.
Esto unido a que, para no utilizar otra sala, habian pegado las litraras entre ellas a menos de 50 cm, donde en ese espacio no puedes dejar las alforjas, mochila, bolsa de manillar, la ropa....No hay practicamente enchufes en la sala. Imaginaos una sala común de más de 80 camas literas con 5 o 6 enchufes para todos.
Para más INRI, el aparcabicis esta en la parte inferior del albergue pero fuera, entonces la bicicleta la tienes que dejar en la parte de afuera del albergue, subir por fuera del albergue y volver a bajar puesto que las habitaciones están en la parte de abajo, justo en las ventanas que dan al dormitorio. Le dije a la hospitalera si me podia abrir la puerta para no tener que dar toda la vuelta con los bultos y me dijo que no así que me comi toda la vuelta y cuando solo me queda el sillin y el saco la tia va y me abre la puerta. No os podeis imaginar todo lo que se me paso por la cabeza.
A todo esto, el albergue a las 10:30 cerrado. Menos mal que uno se las va aprendiendo y colocamos celo en el resbalón de la puerta de abajo para poder entrar más tarde. Me dio la sensación que consideraban el camino como algo de su propiedad a modo de "Cuidado, estás en Galicia, en nuestro camino y has de hacer esto esto y esto" cuando realmente el camino transcurre en su tramo final por Galicia, atravesando otros lugares con anterioridad. Realmente son todo estadísticas. Quien lea estas palabras y realice el camino entenderá el significado de estas lineas.
Bueno, una vez te das la ducha, estiras un poco y limpias la bici ya te quedas un poco más relajado por lo que es momento de dar una vuelta por el pueblo.
Ya de noche, con el termómetro en punto muerto o ya bajo cero se aprecia uno de los cielos más bonitos por no decir el más bonito que mis ojos han podido contemplar. Como esta cerrado todo me dirijo al bar para poder iniciar los relatos y vivencias del día mientras un pulpo a feira con ribeiro tinto y blanco sacian mi apetito que es rematado con un buen orujito de hierbas. Ya de vuelta al albergue.
La noche en el albergue ha sido una auténtica pesadilla. Me meti en la cama antes del las 22:00 (no hizo falta el celo de la puerta) y no fui capaz de dormirme antes de las 24:00 por las serrerias y motosierras, pero eso no acaba ahi. En la sala estaríamos unas 40 personas. A las 02:00 de la mañana han empezado a aporrear la puerta una peregrina, despertando primero a un Japones que ha empezado a chillar "PIRIGRINO PIRIGRINO" que claro esta, nos ha despertado a los 40. Tras este hecho, a las 04:30 de la mañana, un grupo de veinteañeros de Valencia, más concretamente de Soneja) han montado la de Dios y se han pirado en media noche, despertando nuevamente a todos que no hemos dudado en mandarles a donde amargan los pepinos. Ya ves, bajo cero, de noche y sin conocer el camino se las piran, todo yo creo para adelantar todo lo posible y no coincidir en otro albergue. Que decir que era su primer día de camino.
Datos de la etapa:
Km etapa: 86´40 Km
Km acumulados: 775´27 Km
Velocidad media etapa: 14´03 Km/h
Velociada media camino: 14´50 Km/h
Vel maxima: 69´6 Km/h
Tiempo etapa: 09:30:00
Tiempo pedaleo: 06:09:29
Tiempo total acumulado: 53:25:11
Pulsaciones Max/Med: 162/118 ppm
Kilocalorias etapa: 3109 kcal
Ascenso acumulado: 1328 mts
Descenso acumulado: 1505 mts